Agradezco la oportunidad que me ofrece este magnífico blog calzadeño para mandaros un cordial saludo, y compartir con vosotros algunos de los sentimientos que me produce el hecho de ser este año 2014 la Hermana Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Hace unos veinte años que llevo esperando este momento, así es que cuando al fin llega, casi no te lo crees. Y es una mezcla de alegría, de responsabilidad, de emoción, y también un poquito de miedo al pensar que representas una Hermandad tan antigua, tan importante, tan maravillosa.
Porque el hecho de ser Hermano Mayor se puede vivir de varias formas, como también se puede vivir de varias formas el hecho de pertenecer a una Hermandad, el vestirte en una procesión, el participar en los actos de la Semana Santa.
Y para mi, todo esto tiene un sentido más allá del simplemente social, tiene un sentido fundamentalmente religioso, que hace que todo acto relacionado con la Hermandad adquiera un valor trascendental, casi místico.
Cuando se entiende de esta manera la Semana Santa, lo realmente esencial de estos días está centrado en la manifestación que hacemos de la fe que profesamos a Jesús, el nazareno, y en la manera de honrar su figura y lo que representa. Y entonces determinados aspectos "formales", que a menudo generan todo tipo de polémica, pasan a un segundo plano. Y aunque tienen su importancia a la hora de celebrar nuestras tradiciones, no son lo esencial de ellas.
Es por ello que, aunque este año nuestra Hermandad se enfrenta al reto de poner en practica las novedades que ha introducido nuestro recientemente aprobado Estatuto, nuestra esencia, nuestra finalidad sigue siendo la misma que desde su fundación, hace ya varios siglos.
Y ese es, desde mi punto de vista, el auténtico respeto a la tradición.
Espero que sea una gran Semana Santa, donde todas las Hermandades podamos dar testimonio de que tenemos el mismo fin, y por tanto nuestros intereses deben ser también comunes.
Yo misma vengo de una familia de "blanquillos", mi abuelo Eduardo Valencia fue Hermano Mayor de los blancos en 1936, año difícil para serlo. Y mi tío Agustín Goerlich fue Hermano Mayor de los blancos en 1968. Y de ellos heredo mi sentimiento cofrade.
Tengo que agradecer de manera muy especial la ayuda que estoy recibiendo de la Junta Directiva de la Hermandad. No podría hacer nada sin ellos.
Bien, este año, los negrillos tenemos, además de Hermana Mayor, un nuevo Presidente. Es el primer Presidente de la Hermandad. La mayor de las novedades que introduce el nuevo Estatuto. Juntos trabajaremos, como hermanos que somos, para que no solo los negrillos, sino todos los calzadeños, podáis sentiros orgullosos de nuestra Hermandad, de nuestra Semana Santa, y de nuestro pueblo.
Un saludo a todos.
Adela Palomino Valencia.
Hermana Mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno
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